Ayer se conmemoró el Día Internacional de los Trabajadores. Un bonito nombre. Lástima que haya 5.6 millones de personas que se encuentran en paro en nuestro país. Y que hayamos batido récords de nuevo en la zona euro, siendo el país con más paro de Europa un mes más.
En fin, dejando a un lado lo que sabemos que son soluciones racionales y equitativas de recortes y creación de nuevas políticas de consumo y desarrollo; hoy voy a tratar el Día Internacional de los Trabajadores, como ya he dicho.
El día de los Trabajadores, fue el resultado del movimiento obrero, del siglo XIX, para que os situéis. Un movimiento social que tuvo una repercusión a nivel mundial, y afectó a las condiciones de trabajo que hasta AHORA habíamos conseguido en la mayoría de los países "desarrollados" (cada vez me cuesta más decir esa palabra, pero digamos que tenemos cierto desarrollo económico que otros no tienen).
El 1 de Mayo de 1886, 200.000 trabajadores pusieron en marcha una huelga, mientras que otros 200.000 más amenazaban con paralizar su trabajo. Las movilizaciones reivindicaban los derechos de los trabajadores, y de personas, que durante el desarrollo industrial se habían visto mermados y cuyas condiciones de trabajo eran bastante precarias. Esa huelga, se prolongó los días 2 y 3 de Mayo. El día 2 la huelga intentó ser disuelta violentamente por la policía, cosa que logró que el día 3 de Mayo se manifestaran en frente de ésta y ello supuso una verdadera batalla campal. Tras estos días de incertidumbre y pánico, el pueblo se fue concienciando de que estaban presenciando el cambio. En periódicos locales se redactaron proclamas al pueblo, haciendo un llamamiento por sus derechos y reivindicaciones. La clase obrera ya tenía muy asumido el concepto de clase. Eran los de abajo, y se enfrentarían contra los de arriba, o al menos, lo intentarían. Tras esto, se siguieron convocando una serie de manifestaciones y llamamientos, que eran reprimidos brutalmente por la policía. Hubo muertos y heridos, ya que se estallaron varios artefactos y la policía abría fuego cada vez que tenía ocasión.
Sin embargo, a finales de Mayo y tras muchos días de lucha, se consiguió que varias patronales otorgaran y regularan la jornada laboral a 8 horas, y ello marcó un punto de inflexión en el movimiento obrero mundial. Tras ello se fueron logrando ayudas sociales, reconocimientos, y se propuso un plan mucho más estricto en cuanto al trabajo de menores. Derechos de retribución, respeto y amparo social, esencialmente.
A pesar de que fue una lucha mundial, se llevó de diferente manera según en qué países, y hoy en día eso ha conllevado de que la conmemoración al trabajador, según el país se celebre uno u otro día. Hay una gran mayoría que lo celebra el día 1 de Mayo, pero Norte Ámerica y Canadá celebran el Labour Day el primer Lunes de Septiembre, Nueva Zelanda el 4 lunes de Octubre, en Australia se decide la fecha, y en Australia Occidental es el primer lunes de Marzo...Así les siguen unos cuantos más.
En la actualidad, y gracias a la corriente del neoliberalismo (que comenzó mucho tiempo atrás) las políticas sociales en cuanto al trabajo han ido mermándose. Hoy nos encontramos en una situación de las más trágicas vividas en las últimas décadas, ya que no se están tomando simplemente medidas económicas, sino que se están recortando en derechos sociales y de los trabajadores.
Hace poco vi la película de Pan y Rosas. Iba sobre la pérdida de derechos laborales por parte de unos trabajadores extranjeros en los Ángeles (NY) y que observaron la posibilidad de sindicalizarse, superando sus miedos, sus comodidades, y luchando por un mundo mejor para otros. Sin embargo, yo me quiero centrar en el nombre. El nombre lo debe a una revolución que hubo en 1912 en Massachussets. Supuso no sólo la unión de cientos de trabajadores, si no también de sectores infravalorizados por la sociedad y por los que no se tenía ningún miramiento, como las mujeres, que ya de por sí, tenían condiciones aún peores de trabajo. Pero el nombre, fue el "eslogan" o lo que ante todo, querían dejar claro. "Nosotros queremos pan, pero también queremos rosas". Querían trabajar, necesitaban trabajar para sobrevivir, poder alimentarse a ellos mismos y a su familia...pero también querían rosas. Querían vivir felices, con buenas condiciones de trabajo, ver la cara constructiva del trabajo y la amable de la vida.
Y finalmente, me quedo con un par de frases más. Una la decía mi abuela: "Quien no es para comer, no es para trabajar". Puede que haya cosas más importantes en la vida, pero al trabajo hay que enfrentarse con ganas con fuerza e ilusión, habiendo saboreado primero tu propia vida.
Y por último, "No vivas para el trabajo, trabaja para vivir". Hay que trabajar para lograr una buena calidad de vida, o al menos, poder sobrevivir, pero si vives para el trabajo, todo ello se difumina, te absorbe y te aleja de la verdadera realidad.
Que os quede claro a todos los trabajadores. No dejemos que pisoteen nuestros derechos, que mangoneen nuestras vidas, porque los derechos sociales no son un gasto. No se deben cuestionar, los hemos logrado entre todos con mucho sudor y esfuerzo, y la recompensa es sólo nuestra, es algo que no deben arrebatarnos.
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